Cuatro incendio
son mi familia.
Y ya casi ni pienso
en los bombarderos,
ni en las copas perdidas,
en la mano de Tulio.
Ya no pienso
en las balas
perforando el cuerpo de Durruti.
En quedarme despierto
buscando porno en el cable.
Mi familia
es cuatro incendios
devorando la mampostería
y los muebles
mientras
yo duermo
abrazando la almohada.
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