lunes, 7 de noviembre de 2011
Indra
Le va a costar
todo
muchísimo
en la vida.
Si, madre,
va a costar.
Y ahí estuviste vos.
Levantando paredes,
y ciudades que parecen nuestra tumba.
Peor que la tumba;
porque podemos respirar
y resignarnos a ser felices,
dejando morir a los esclavos sexuales,
a los obreros de la construcción,
a los editores de las revistas.
¿Quién soy yo para negártelo?
Va a costar muchísimo dormir en silencio,
en sabanas limpias y suavecitas,
después de fumar
y reír
y el café de después de comer.
Va a costar muchísimo
acomodar este cuerpo
en esta silla intentando
describir,
con metáforas adolescentes,
lo que se siente estar frustrado,
apagado,
inerte,
mientras todo está bien,
todo está perfecto.
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