miércoles, 19 de noviembre de 2008

Despedida.

Leer mientras se escucha:



El sabe que va a entrar al baño, y el cadáver va a estar ahí, bloqueando la entrada. Por un momento duda, y empuja la puerta con fuerza. Se abre, y puede ver la ducha, y la cortina blanca y azul. Por supuesto se escapa una lágrima, y se derrumba, inerte.
Y ya no hay puerta, no hay cadáver, solo está despierto y sudado. De su sudor y del mutante que lo acompaña. La puede escuchar roncar, puede oler su pudrición. La detesta.

Me lo contó en la misma mesa que siempre ocupamos: “Diego murió anoche. En su cama. Cristina no lo notó hasta esta mañana”

Se levanta con el poquito de fuerza que queda en sus huesos, y el mutante ni se inmuta. Toma una pastilla, dos pastillas, tres pastillas. Llora. Se abandona en el sillón del living y prende el televisor. Se masturba.
Intenta mantener la compostura, intenta entender bien que es lo que está pasando. Mira sus manos llenas de semen, mira el reflejo de su rostro en el silencio del televisor. Siente un poco de vergüenza, y mil de culpas. Deja caer su torso sobre sus piernas, y se toma con fuerza el pecho, como queriendo arrancar algo de ahí adentro. La decimonovena lágrima no se pega a sus pómulos, viaja desde la punta de su ojo al suelo.

Nunca hicimos una despedida, una lástima. El otro día llamé. Cristina respondió: “Diego ya no puede ir al café, sus medicamentos son muy estrictos”

Piensa dejarse morir. Por un momento cree que es así; pero los ronquidos de su bestia disipan esa ilusión. “Es hora de volver a dormir”. Se repone, se pone de pie. Camina por el pasillo.

Federico le dijo la última vez, cuando todos ya se habían ido: “Ya no vas a volver ¿No?” Diego respondió, dándose vuelta, con una poco de peso en las palabras “No lo creo. No lo creo”.

El cree escuchar su propia voz retumbando “Monona no nos espera, pero ya no podés vivir sin ella”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mario y Cristina.
Manso MArio

Kaper dijo...

culiado, te pasaste, es como un rico pingo por el orto.

simplemente organicamente orgasmico