sábado, 21 de enero de 2012

Loreto





No hay forma
de escaparse
de la decadente vejez.
Y los ideales,
y las novias,
el amor,
la basura de este mundo,
la
infinita
basura de este mundo.
Las copas de vino,
las canciones,
todos nuestros hijos
hechos y abandonados,
los partidos del domingo.
Todo
vale
para sentirse
un poco como antes.
Incluso hablar con dios,
mirando el televisor.
Sentir ametrallar los días
como anécdotas,
como ruidos distantes,
como la bruma aplastante del pacífico
ablandando el mar .
No voy a salir hoy,
voy a reflejarme en el medio de tu cara,
en la prefundes grave de tu voz
como hipnotizada.
Quedamos los que podemos sonreír.
Voy a intentarlo
hoy al menos.


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